27 de octubre de 2013

Cuestión de....no ir

Dime mamá, 


Pues era cuestión de NO ir y tú relajarte  y pasártelo a lo grande.


 Era un cumple más en princelandia, un lugar rosa, rosa y más rosa. Para niñas e incluso no tan niñas. Contra más "mariquita" sea más gusta. Mi opinión claro.


Hace dos años celebraste allí tu fiesta de cumpleaños y me dijiste que ya no más. Ese "momento-desfile" no fue del todo agradable para ti aunque hay que reconocer que poco a poco te soltaste.


Luego has repetido no siendo ya la protagonista y aunque andabas más relajada, el "momento-desfile" podía contigo.


Este viernes ibas como invitada. Ibas animada aunque al recordar "ese momento" ya vi en tu rostro un "oh". En esta ocasión te acercó papá y yo.... Yo se supone que iría en media hora y te vería desfilar por esa divertida y rosa pasarela.


Pues N0. Decidí no ir hasta cinco minutos antes de acabar la fiesta. ¿Mala madre? ¿No ver a tu hija desfilar? ¿Qué tu hija salga y no vea la cara de su madre? ¿Por? Eso me susurró uno que vive en tu casa. No se lo tuve en cuenta.


Había, sinceramente, para que negarlo, un punto de comodidad por mi parte pero al instante lo pensé, -si no me ve seguro que se relaja y disfruta.


¡Pero qué te hago que te corta! ¿Qué te hago que te hace dar el espectáculo? Porque sí, cada vez que llegaba el "momento-desfile" ya intuía yo lo que venía a continuación a pesar de mis "¡ole, guapa, muy bien!". Nada, eso era peor. 


Haciendo uso del wasapp, lancé una pregunta al aire a una madre que te conoce y cual fue mi sorpresa confirmándolo  aún más al llegar al mundo rosa, que tú, Mariquita Plastilina, disfrutaste y disfrutabas de lo lindo. Saliste a la pasarela con soltura y desparpajo, ¡hasta reías! Al llegar, me metí con disimulo para buscarte y observarte sin ser vista. 

Bailoteos y saltos sin parar. 


La fiesta llegó a su fin.


Una vez metida en el coche me dijiste,-¡¡¡Es que antes cuando salía, me veías y te reías, te reías de mi!!! 

¡Pero cómo me voy a reír yo de ti! 


Bueno, sé que mi explicación te convenció y que de ahora en adelante algún desfile que otro lo harás sola, alguno ¡eh! 


Pero por lo que pude ver tampoco a ti te molestó mucho que mamá no rondara por ese mundo rosaaaa, rosaaaaa y rosaaaa.





Besos mamá 


18 de octubre de 2013

Conseguido

Dime mamá,



Y como dije ayer, la libreta llegó a casa. Nada más llegar del colegio me lo recordaste e impaciente rasgaste el papel de regalo que había sobre tu mesa.

Tienes el gusanillo en el cuerpo. 





Tengo que reconocer que te propuse varias cosas pero nada. Tú a lo tuyo.
Por mi parte, juro que alimentaré a ese gusanillo inquieto.


Besos mamá 

17 de octubre de 2013

La fregona está cabreada



Que te pasa mamá,


Jorrrrr, he llegado a casa muy muy cabre... (enfadada). 

Ayer publicamos nuestro tercer cuento de la colección Edu y sus cosas. Y al final, dimos una pista sobre nuevos retos. Como vi que te hizo mucha ilusión y cual ha sido mi sorpresa al despertarme esta mañana y nuevamente al llevaros a las tres de la tarde  al colegio y escucharte decir -mamá, que necesito una libreta.- que al ver que esa ilusión seguía en ti, hace una hora, al dejaros en el cole, me he ido directamente al único sitio a la redonda donde pudiera encontrar mi objetivo número uno: una libreta.

Y no una libreta cualquiera. No, la libreta. Tamaño folio o medio folio para que la puedas manejar bien. La pasta tiene que ser lisa y con un solo color, sin dibujitos e historias raras. Su interior también simple. Hojas en blanco.

Tras media hora rebuscando y ojeando por fin la encontré. Menos mal, después del dichoso calor que he pasado hasta cruzar el umbral de la puesta del gran Corte ingles.

Estaba sola en el lugar. A esas horas nadie compra cuadernitos, sólo una madre medio majareta que en vez de tumbarse en la cama mientras navega por las redes, decide ir en busca y captura de la libreta. Pues eso, que en vez de descansar un rato hasta la hora de tener que pillar camino y manta con merienda incluida, decidí cumplir tu ilusión y por qué no, la mía también.

Estamos muy ilusionados con nuestro nuevo proyecto. Estamos motivados. Dispuestos a hacerlo. Y lo vamos a hacer. Hace una hora, en la cena, me lo has vuelto a recordar. Total, que ahí estaba yo, dispuesta a llevarme la libreta cuando me percato que tengo la tarjeta del gran establecimiento pero no el DNI. Sí, eso, lo que estás ahora ya de mayor pensando. Hace años al sacarme la maravillosa tarjeta indiqué detrás que me pidieran el DNI al usarla. Y pensé al verla.

-Veras, esta me lo pide. O no, a veces no lo hacen. Es verdad que a veces he pasado al no escuchar la preguntita -¿me enseña su DNI por favor? Y otras veces he recordado hacerla porque ES QUE VIENE AHÍ, lo puse YO hace años. Es su deber.

-Esta no me lo va a pedir...... Pero salió la dependiente fiel y responsable -¿me da el DNI por favor?
-No, no lo tengo aquí. Me lo he dejado en otro bolso (soy así de desastre. Quedo para salir con amigas y me llevo el dinero y DNI en bolsillo por si me quieren atracar de noche. A los días encuentro el carnet en el bolsillo mientras corro por la casa buscándolo. Sí, esa es mamá). 

-Pues sin carnet... Lo siento.
-(jod...con la señora. ¡Qué es mío! ¡Qué soy yo!).-Ya.
-Aquí pone que se lo tengo que pedir.
-Claro, si lo puse  yo misma hace años. Mire le enseño otros carnets.
-Ya pero quien no me dice que tiene todos las tarjetas de otra persona.
-(¡Joder!. Y con esa risita en su rostro como que no la convenzo).-Por favor, que soy yo.
-No.
-Muy bien....¡quédese con la libretita! USTED NO SABE EL TRABAJO QUE ME CUESTA CON TRES HIJOS VENIR HASTA AQUÍ A COMPRAR LA LIBRETITA.


Ya no era la libreta, ahora era la libretita pero creo que era del cabreo que tenía. Y  vale, no me ha costado trabajo venir porque ya estabais en el cole y Peter Pan con los abuelos pero siiiiheeee pasadoooo   muchaaaa calorrr, un diecisiete de octubre, yendo desde el colegio hasta el maldito establecimiento. Señora que es MÍA. Que no voy a gastar con la tarjeta de "otra persona" unos diez eurillos. Que me la de. Que me cobre coñi. Que quiero llevarle la libreta a mi hijo. Que la está esperando. Que yo venía con mucha ilusión por comprarle la libreta a "mi grandullón" y usted con un simple -No, lo siento.- me ha hundido. 


Bueno, todo eso y más palabras que no voy a poner por aquí, me ha apetecido soltarle a la fiel y cumplidora dependienta.

Salí cabreada. Muy cabreada del gran y maldito establecimiento. Una bocanada de aire caliente me bofeteó mi rostro cabreado y dolorido. Unas gotitas empezaron a aflorar por mis ojos tapados por mis viejas pero queridas gafas de sol ( tan queridas y bienvenidas en ese momento).

Sí, yo no estoy bien. Mis hormonas no están bien. ¿Por qué lloro? ¿La menopausia? ¡No! Tengo treinta y ocho y maravillosos años. 

¿Qué me ha dolido?

1. La fíel dependienta
2. La carita de "mi grandullón" preguntando por su libreta.
3. El calor previo hasta llegar a recibir el "palazo".
4. Mi impotencia.
5. No tener ni un euro en la cartera para decir -tome! Cobre se ya! 


Todo esto iba pensando al salir del gran establecimiento. Y vosotros ahora podréis decir:

-Mamá y ¿por qué no sacaste dinero del cajero y te metisteis otra vez dentro y me compraste la libreta?

Pues eso es otra historia hijo mío. El caso es que tu madre... Cabreada, muy cabreada, con ganas, MUCHAS, de estampar la libreta en la cara de la fiel dependienta, decidió salir del establecimiento maldiciendo hasta la última piedra, maldiciendo el mes de octubre en esta ciudad y con algunas lagrimillas de impotencia, escondidas e intentando salir pero con orgullo frenadas, así, decidió marcharse a nuestro hogar mientras se repetía una y otra vez.....


ES QUE ERES MONGOLA.


La fiel dependienta, a pesar de mi cabreo interno, actuó como tenía que actuar y yo, me dejé llevar por mi inesperada impotencia. Y fallé en aquello que mi padre me solía decir -A la calle siempre se sale con el DNI.


Ahora, JURO que la libreta, mañana, ¡la tendrás!




Besos mamá 





 

16 de octubre de 2013

Colección Edu y sus cosas III

Dime mamá,

¿Vamos con el tercero?
¡Vamos!



Edu y la toalla perdida

Prólogo: esta es la historia de un niño que descubre el valor de la honradez a través del misterio de la toalla perdida.


Érase una vez una toalla triste tirada en el suelo de un patio. Edu la cogió porque la vio sola y llorando.

-¡Estoy perdida y sin dueño!-dijo la toalla.

El Niño la cogió en sus brazos y se la colocó en el cuello para que la toalla se sintiera querida. 

- Vamos a mi casa, ¡ mañana buscaremos a tu dueño!-le dijo el niño. 

La toalla pasó la noche entera  en la terraza secando todas sus lágrimas. A la mañana siguiente el niño  la cogió con todas sus fuerzas y se  la bajó al patio en busca del dueño... 

- ¡Es el misterio de la toalla perdida!-dijo entusiasmado.

Edu preguntó a todos los niños y niñas del patio pero la marinera toalla no era de ninguno/a.  Pensó dejarla el la puerta para que cuando el dueño o la dueña llegara, al verla la cogiera. 

Pasó la mañana y la toalla seguía allí, sola....

-Estoy triste, mi DUEÑO  no viene-dijo con pena la toalla.
-¡Una pista! D-U-E-Ñ-O, ¡Bien!-dijo el niño saltando de alegría.

Edu ya sabía que era de un niño e incluso adivinó por arte de magia de quién era. 

-  Esta toalla es de un amigo mío así que te quedas conmigo hasta que lo encontremos.

Pasaron los días y Edu y la toalla se hicieron grandes amigos.

Cuando pasó el verano, una tarde, su amigo Juan le dijo que había perdido su toalla marinera preferida. Edu se quedó muy pensativo. Había descubierto que la toalla era de su amigo Juan.

Aunque le gustaba pensó lo que una vez le dijo su abuela, " lo que no es tuyo no te lo quedes".


Cuando se iba a subir a su casa su amigo seguía aún  bañándose en la gran piscina,  Edu dejó la toalla en el césped y se fue a comer a su casa con su familia.

Edu estaba feliz porque sabia  que su amigo  muy pronto tendría una GRAN sonrisa. La toalla en breve estaría con su dueño.


Fdo: María Difort 

•••••••


Besos mamá 

-¿Lo contamos? ¿Un adelanto?
-¡No! Solo digo que tu idea me ha encantado.
-Sí, se te veía ilusionado y maquinando. Y pensando y pensando hoy te has quedado dormido. 

14 de octubre de 2013

Y encontré esta redacción...

Dime mamá,


Una mañana más, en casa, metida en tu habitación (ya compartida con Peter Pan), me centraba en algo en profundidad de vuestro pequeño y seguro hogar. Esta vez le tocaba el turno a vuestra repisa "uso para todo".

Entre carpetas y papeles coloreados vi un cuaderno completo de letras..... Frases..... Textos.... Redacciones.

Y entonces lo vi.
Y entonces lo leí.
Y justo entonces me emocioné.



La fecha es lo que más me llamó la atención... Ese día cumplí 38 años y ese día me describiste de una manera que nunca olvidaré. Ejem! Gracias por los piropos. Gracias por todo ese texto. 

Un niño que en primero de primaria me quiere con locura y pasión. 


¿Y yo?

YO SI QUE TE QUIERO CON LOCURA Y PASION.

Por cierto, me gusta mi retrato.




Besos mamá 


6 de octubre de 2013

La invasión yuyacst

Dime mamá,

-Mamá, (Mariquita plastilina) se está pintando la cara, los ojos en el cuarto de baño ( grandullón).


Claro, lo sabía, desde el viernes una nueva chica anda por casa. 

Sí, esta mexicana de 20 años nos ha cautivado. Me quedé boquiabierta por su desparpajo y por lo diferente que son sus vídeos. ¡Esta niña sabe de todo! Y ese acento mexicano me ha enamorado y......a ti,Mariquita.


Nos referimos a un canal que hay en  Youtube  llamado    Yuya     . La cara tuya al verla fue de sorpresa y la hemos tenido en el desayuno, almuerzo y cena. 



Cual ha sido su influencia que nos ha dado, bueno a mi, por crear un canal de youtube. Eso sí, te expliqué lo que era y un salió de tu boca. Pero ojito, que tú aún no saldrás. Todo al tiempo, ya veremos y tú decidirás con el paso del tiempooooo.

Es tu canal, el canal de Mariquita Plastilina En un futuro se verá mejor. Lo prometemos. 

Y ahora a seguir soñando e imaginando.


Besos mamá 




2 de octubre de 2013

1 de octubre de 2013.

Dime mamá,


Hay días peores del que a continuación voy a describir, lo sé pero ahora mismo estoy como lo conté hace horas en Whims mamis. 


¿Cómo empezó? Cómo todas las mañanas con colegio: vamos, arriba! A desayunar! ....venga! Vamos! Grandullón los calcetines! Mariquita tómate el cola cao! La tostada! Venga!! .... Qué llegamos tarde!!!! Vengaa Peter Pan los botines! Qué sí estos, esos no!! Vámonos!!!

Llegáis a tiempo siempre. El estrés se queda en casa.

Pues ala! Cerré la puerta y solté un uf! Luego, camas, repaso de los dormitorios, repaso de estanterías, baños, cocina, lavadora, recogida de ropa tendida y colocar otra. Quedaba lo importante: la comida.

Abro nevera y un oh, menudo frigorífico! Pletórico! 

Como soy Doña Apaño,  aunque algunas mamis se rían de mi, agarro el bote de arroz, restos de longaniza blanca y restos de carne de cerdo. Sí! Seguramente Chicote lo tiraría a la basura. Y diría -¡qué es esto! Y yo le contestaría- pues hijo, Chicote, comidamamis. 

Mientras tanto, vuestra madre, reportaje en mano, subía y subía sus fotos a las redes sociales ( Mamis al borde de un ataquer de nervios en Facebook vía Instagram). Orgullosa ella del pedazo de arroz que íbamos a disfrutar hoy. 


Por otro lado, tengo q comentar, que hoy, primer día de octubre, empezabais la jornada partida los martes y los jueves. Salida a la una y entrada a las tres. Qué sí! Qué lo sabía! Que estaba yo preparando este rico arroz titulado arroz con lo que tengo y ¡que sí! ¡¡¡¡¡Que salíais a la una!!!!!!!

Antes de empezar la jornada intensiva, salíais a las dos. Hoy ya no. Hoy a la una menos cuarto me dije ¡voy a echar ya el arroz para que esté listo! Mientras orgullosa fotos y fotos en las redes. A la una y veinte recibo una llamada: 


-¿Hola? ¿La mamá de Peter Pan, Grandullón y Mariquita Plastilina?
-Sí, soy yo, dígame. ( ay, ya uno tendrá fiebre)
-¿Ellos no están apuntados en comedor no?
-No.... ¡No!... ¡Sí! ¡¡Ya voy!!


Sí, SE ME PASÓ LA HORA.


Una mujer no era, era un relámpago. Sudada como un pollo llegué. Por el camino pensaba coñi, que madre. Cómo se me ha pasado la hora. ¡Nunca me ha pasado!

Y entonces os vi. Los tres, sentaditos, esperando a mamá. Me saludasteis y salisteis corriendo a mi encuentro. ¡Mamaaaaaaaaa!

La encargada de la portería de infantil (os fuisteis con vuestro hermano, unidos) me miró con cara de ... No sé. Y yo ¡ nunca me ha pasado! . ¡Ea! Al final sonrió.

A continuación más VENGAS- ¡vengaaa, vengaaaaa, a casaaaa, a comer y otra vez al cole. Vengaaaaaaaaaaaaaaaaa.


Dejé mi arroz listo pero ya un oh, me parece a mi que..

Eso sí, la mesa ya estaba lista. Manos lavadas y ¡a comer! Pero ese arroz ya no había quién se lo comiera. Ay! Que cosa más mala por dios. Por lo menos os comisteis un pelin, la carne y la longaniza. Y dos yogures. ¿Y por qué mi preocupación? Porque el frigo más pelao que yo que sé.

Y mamá venga a poner orgullosa sus fotos en Instagram. Las amigas instagraneras  aplaudiendo me. Y después ¡Falsa! ¡Falsa madraza! Todo esto he leído luego al contar mi día en un grupo de los tantos del wasapp. Menos mal que había muchas caritas riéndose.




¿Tan mala pinta? No he tenido buen ojo, ¡me ha fallado...hoy!



¿El punto romántico a esta historia?




La nevera seguía pelada. Vosotros ya a las tres en el cole. Papá y yo sin comer. El arroz, de verdad incomible. Con mucho respeto a los que no tienen ni un arroz incomible para llevárselo a la boca pero es que era incomibleeeeee.

Y ¿Qué hacemos? Otra vez fotito



¿Nos vamos a nuestro bar de novios y de amigos que tantos recuerdos nos trae? ¿Cerquita? ¿Baratito? ¡Comer había que comer!

Y es que.........


Mañana es nuestro aniversario. 9 años. Y mañana será complicado celebrarlo y así, en este sencillo bar, he disfrutado con papá.

Besos mamá