Dime mamá,
Hay veces que me pasan asuntos y que me apetece contarlo a gritos en el blog porque es mio y solamente mio. Pero al instante me digo un -NO, para qué.
En este blog os voy contando historias del día a día. El día de mañana, al leerlas, las recordaréis y es que éste, es mi objetivo con este proyecto. Pero hay otras historias que se van construyendo y dejando huella en día tras día. Se quedan en nosotros, en vosotros y en nadie más. Se quedan en familia. A veces se necesita contarlas y otras no. Y no airearlas demasiado.
Y es que todo no se puede ir contando por la vida porque a nadie le interesa o le tiene que interesar. Nadie tiene que hablar de ti sin tu permiso porque tu historia es tuya y solamente tuya. Nadie la va a entender como tú porque solo tú la has vivido en primera persona. Y se opina de lo que se ha vivido. Y es que, desde fuera, desde la barrera, se ve todo desde otra perspectiva.
Son cosas que todos nos tenemos que aplicar porque casi siempre solemos caer en ello.
Hablamos, hablamos y hablamos de todo y de todos. Unos y unas mas que otros y otras.
La discreción se lleva dentro pero también se aprende. Y éste, es uno de mis retos con vosotros.
¿Lo conseguiré? ¿lo conseguiremos? Día a día iremos construyendo nuestros objetivos. Día a día con la práctica y la rutina.
Si nos aplicamos el cuento, el cuento se podrá hacer realidad.
Dentro de unos años nos haremos esta misma pregunta...hasta entonces, juntos lo trabajaremos.
Besos mamá.