21 de septiembre de 2023

Evolucionamos.



Hola chicos,

Hoy estoy revisando esto, me ha dado por ahí. Tres años sin entrar. Tres años en los que hemos vivido muchas cosas, como la pérdida de un hogar , pero habéis también aprendido que el hogar está donde, unidos, estemos los cinco. Sabemos que este no será el definitivo. Allá donde vayamos lo haremos fuerte, bonito y constructivo. 

Dejamos atrás la cuarentena, el famoso Covid, esa Pandemia que no nos dejaba vivir y que vosotros la vivisteis de una manera diferente. Ir al colegio pero no hacerlo porque trabajabais desde casa. La rutina no se perdió. Empezasteis a relacionaros más a través de las pantallas, a hacer trabajos y ejercicios conjuntamente con amigos a través del móvil. Os gustaba. Hacer de vuestra habitación vuestro refugio. Saludar a vuestros vecinos y amigos a través de la ventana, volver a vuestro mundo: vuestra habitación. 

Y ahora se os presenta, pasado ya el tiempo, una nueva vida. La adolescencia sin encerramientos y yo ya los fines de semana no puedo dormir hasta que no llegáis. Ahora habéis conocido qué es ir a un concierto de Quevedo (para mi horror), vivir la Feria, vuestra Feria a tope y llegar de madrugada, porque estamos de Feria. Cantar, reír y bailar fuera de las cuatro paredes que miráis todos los días. Vais conociendo otros, nuevos escenarios. Me acostumbraré, digo yo, aunque vuestra abuela me dijo el otro día que hasta que no escuchaba el motor de "la motocita", no respiraba tranquila. Iba de "paquete" en la moto de vuestro padre, ojalá vosotros nunca lo hagáis.


Hace doce años nos las vivos y nos la deseamos para que entraras en el colegio, si tú, y este curso va a ser el último para ti. Ya hace años que vais solos, que no tengo que aguantar ese horror de pasar calor por esa acera interminable al ir a recogeros y para llegar a casa, haciendo siempre la paradita de rigor en Osorno Juguetería. Aquellos tiempos nunca volverán, como otros. Vividos quedan. Os encantaba coger la revista de juguetes que dejaban en la puerta. Os adelantabais a mi paso porque una vez que mamá llegara, las revistas tenían que estar cogidas, tres, tres revistas para casa. 

Y ahora te cambias una y otra vez de camiseta, de pantalones para salir. Para estar guapo. Guapo lo estás siempre porque lo eres. Los tres. 

Y hay días en los que habláis como loros y otros en los que solo sale de vuestra boquita un "no sé", un "vale" o un "ya voy". Pero lo que he aprendido es que cuando llega ese momento en el que queréis hablar, comunicaros con nosotros, conmigo,  hay que aprovecharlo, absorber todas las palabras, oíros y escucharos, escuchar más bien, hasta que se os vayan las ganas. Ahí ya hasta la próxima oportunidad. 😊

Y con esto y un bizcocho, me voy.

Hasta pronto.

Mamá. 


PD: al ver la entrada ya publicada en el blog, un párrafo sale en mayúscula, no sé cambiarlo. Se supone que es una tontería pero no se me cambia, Con los años lo hará quizás 😛😂😂