15 de abril de 2015

¿Y por qué no te voy a coger la mano?





Siento decirte, que a veces, he sentido un poco de vergüenza, yendo al colegio y me dabas la mano.




Hace ya muchos años, bastantes, recuerdo un día en el que iba con mi padre y al cruzar la calle él me dio la mano. Entonces, yo, muy delicadamente se la retiré. Lo notaría, se daría cuenta. Eso está claro. Pensaría: mi niña se hace mayor, y no necesita de mi protección o sí pero voy a ir dejándole su espacio. 

Nunca lo he hablado con él y nunca lo voy a poder hacer porque sencillamente, se fue pero sé que pensó aquello y lo intuyo ahora porque soy madre.


¿Qué edad tendría? No me acuerdo exactamente pero lo que sí puedo saber es que fue en mi justo momento. 






Vamos camino del colegio y me das la mano,te la retiro muy sutilmente y como quien no quiere la cosa, me la vuelves a dar. La buscas, la rodeas, la aprietas. Me río en mi interior. Pasan niños por tu lado y noto que seguimos unidos. Yo observando a otras madres con sus hijos y viendo sus manos. Tenéis la misma edad pero no van unidas. 

A veces me he sentido mal, bueno mal no,sino,  con esa sensación de no saber si lo estoy haciendo bien. ¿Lo estaré sobre protegiendo? ¿Mimando? 


Pues mira NO. 


Hoy ha vuelto a pasar. Tu mano buscó la mía. Estabas hablándome, íbamos juntos al colegio de la mano ¿Y? ¿Qué los demás niños de su edad no lo hacen? Son pocos, muy pocos los que veo. ¿Acaso hay una edad para dejar de hacer este fantástico acto? ¿Está escrito en algún manual de instrucciones? ¿Lo dicta la sociedad? ¿Eres ya muy mayor  para ir de la mano de tu madre?

Tú no me la coges porque sientas miedo al caminar. Porque sientas temor al poner un pié en la calle. NO. Tú me la coges por otros motivos que me lo quedo para mí. Y esos ratitos se quedan entro tú y yo. 

Sé que llegará el día en que quizás yo te de la mano y tú muy delicadamente, para no dañarme, me la retires. Entonces me reiré de otra manera. Me reiré con la cierta melancolía de mi recuerdos y con la alegría y la certeza de que llegó tu hora. Ese momento en el que solo tú decidirás tus cambios.

Estás en la etapa de la infancia, en tus felices y fantásticos 9 años  y como tal has de llevarla. Porque hagas ciertas cosas no eres infantil  y solo tú, con tu evolución propia, decidirás los cambios. Que dura este curso, pues bienvenido sea porque por ley natural no durará mucho. Sé que en ti va a ser así.


Pero el tiempo que dure nos vamos a aprovechar y al que no le guste, que mire a otro lado. A la que no lo entienda, que se compre un libro. Y a la que lo critique, que se compre una boca nueva.




Nosotros a lo nuestro.....Porque digo yo ¿Y por qué no te voy a coger yo, TU MADRE, la mano?





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