9 de abril de 2014

"Señorita" dio para mucho.

Dime mamá,



Hoy el día iba a ser direrente. Esta mañana, temparano, a las nueve y veinte, en el ambulatorio, una Señora, me alegró el día. Me preguntó qué hora tenía de consulta y me nombró por señorita.

Sí, ésto ya lo he comentado hoy como es de esperar en mi en las redes sociales, tipo Facebook, Instagram y Twiter. Pues ahora lo comento también por aquí porque es mi blog, porque quiero y porque esta Señora de verdad me animó el día y en ese mismo instante, segundo, momento, supe que a pesar de tener la garganta más para allá que para acá, iba a acabar bien este miércoles.


Con un calor no propio de estas fechas pero sabiendo que en esta ciudad el tiempo es así y no te da tregua para ir adaptándote a las nuevas estaciones, me dispuse a hacer las tareas de un día más. Las horas pasaron y llegó la tarde. Santo varón  me alegró también la segunda etapa del día, al comentarme que se llevaba a los tres a casa de sus padres.- Vi mi momento. He adelgazado, sí, Mamis, todo el mundo te lo dice; la ropa te queda grande y sí o sí necesitas comprarte algo.


No sabía si irme o no a ver algo para ponerme de cinturita para abajo pero al final me decidí y me planté en la primera tienda que ví. Siempre, me refiero a mi juvetud y antes de los 24 años,  he sido de talla 38. No porque no comiera y gritara a voces que esa talla era lo mejor. Pienso que cada cuerpo es diferente (lógico, no has dicho nada nuevo Mamis) pero tamién digo que cada una sabe el cuerpo que tiene y en ocasiones por qué lo tienes (por herencia o por ingesta de alimentos, poco o mucha). Yo siempre desde "enana" hasta esa maravillosa edad de esos maravillosos años universitarios he estado bien. En el colegio más delgada que después. Era la canija. Comer comía pero nada, un palillo andante. ¿Sabéis que me ponía hombreras en el sujetador para....... .?, Pues ya lo he dichooo, ¡Qué pasa!, eran cosas de la edad.......

Una vez mi padre me dijo.- Ya engordarás, tu cuerpo cambiará. Y así fue. A partir de los veinticuatro años más o menos ya dejé de usar la talla 38 por una 40 pero estaba yo genial, ¡vamos! como también estaba con mi talla 42. Y seguro que hay chicas, mujeres con más tallas y están estupendas. Oye! que he sido madre de tres niños y muy seguidos y en estos años he tenido un trabajo de ocho horas sentadas. Pero lo principal es que el resultado de esos kilos de más fue por comer porque comer como os digo siempre a vosotros es un placer y un privilegio. Hay que estar feliz con con tu cuerpo.

Hay que disfrutar comiendo y no obsesionarse. Éso está claro. Pero no nos engañemos, sí estoy muy bien y bla bla bla pero ¿y si me quito una talla menos? Si me quedo en la 40 perfect, ya ya, ya sé que a mi época de colegio no voy a volver pero......Entonces apareció mi faceta de Mamis Running. Casi todas las mañanas ando a marcha rápida y luego me subo mis escaleras hasta el noveno. En cuanto a la comida he cambiado mis hábitos alimencicios y sobre todo por las noches, cenas ligeras. Cervezas fuera de la nevera entre semana y nada de picotear entre horas. 

¿El resultado? Niñaaaa estás más delgada. 

Y hoy, esta maravillosa tarde, he visto otro resultado. Me he llevado a casa un pantalón vaquero de la talla 38, sí, dos menos. Pero en esa época, la del cole, yo tenía la 38 pero mi cuerpo no era como el de ahora, Son diferentes 38. Me he llevado la 38 pero no tengo ese cuerpo de la 38 de aquella época. Ofú que lío. 

PUES CLARO QUE NO. Pero he conseguido, con constancia, adelagazar lo suficiente para pensar que esta tarde es, ha sido ya, maravillosa. 

Y entonces llegué a casa, me metí en la cocina y me dispuse a hacer magdalenas rellenas de chocolate blanco. Luego la sobra de la masa ha servido para hacer una especie de bizcocho y de paso le he quitado a abuela Mamis  una  caja de gelatina Royal y he hecho por primera vez unas gelatinas de fresa para mis niños. Ah! También he hecho un mini postre de galletas con chocolateque por   supuesto relamí. 


Hay un problemilla, controlable, sin importancia. No puedo dedicarme muchas tardes a hacer estas cosas porque relamo todos los utensilios utilizados.


Y ahora, ¡A PROBAR!






PD (para vosotros): Con la talla que sea, siéntete bien. Si ves que necesitas adelgazar o engordar por motivos de salud o por gustarte más, por ti, fisicamente, hazlo pero siempre con cabeza. Disfruta de la comida y disfruta compartiendola y riendote con tus amigos/as.



Besos mamá.

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