Tranqui, tranqui a mis lectoras.
Somos cinco en casa, los dos padres con el ataquer y los tres o trio, mini equipo como yo los llamo. Pero ahora, tenemos a Pablito.
Pablito es un muñeco y va a todos lados con nosotros. Hoy, una mañana de un sábado cualquiera, hemos salido de compras ( calcetines, comida..). Después fuimos con toda la ilusión del mundo a ver cómo Mamis se maquillaba gratis por la compra de la revista ELLE de este mes.
Pero nada! Último día y por lo visto, tenía que haber llamado para reservar y ya no había nada que hacer. A la señora dependienta le ha dado cierta pena verme alli, lo sé, descompuesta, con el marido, los tres niños y el carrito de la compra hasta arriba y con unas bolsas debajo de los ojos. Y entonces me dijo muy amable:
-Usted, por la compra de dos productos se puede maquillar otro día cogiendo cita.
YA ¿y cuánto me sale la bromita?
Tras mi NO experiencia , unas minis tapitas rápidas y para casa. Por el camino, un cordón de la bota de uno de vosotros desapareció y vuestro padre, como es como es, fue a su busca y captura. Desdesperada por la tardanza - ¡A dónde ha ido este hombre! nos fuimos a casa y entonces escuché....
-!¿Y Pablito?( trio)
-¿Pablito? Ea! Si estuviérais pendientes, pues se perdió.
Estaba ya un tanto cargadita y el ataquer iba a aparecer de un momento a otro. Y entonces....
-¡Noooooo, Pablitoooooo! , sueltaaaaaa a Pablitooooooo!!!!
Un perro , un señor galgo, atado y caminando junto a su dueña, iba felizmente caminando y jugando al viento con nuestro Pablito, relamiendoselo como el que relame un hueso.
A mi no me dio otra que por reirme junto con una señora que iba presenciando la escena desde el primer instante.
El galgo, posiblemente asustado por vuestros gritos, soltó a Pablito y siguió sin mucha preocupación su feliz camino
( la dueña ya le podía haber quitado a nuestro hijito de la boca ¿no?).
En fin, que Pablito ya dentro de la lavadora y el cordón sigue sin aparecer.
Besos mamá.
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