No se sí te acordarás, ahora que ya han pasado unos años, de la pérdida de tu primer diente de leche. ¿No? Pues yo te la recuerdo.
Con seis años, a principios del mes de agosto del 2013, se te empezó a mover una paletita de abajo. Estabas emocionada porque por fin tu deseo se estaba produciendo. Continuamente me preguntabas -¿mamá y a mí por qué no se me caen?
Y todo era cuestión de esperar. Tener paciencia, que todo llega. Y llegó.
Justo al ponerte tu camiseta del pijama, ésta se te engancha en la dentadura y tu dientecito se queda en mi mano esperando tu reacción. Y como es típico en ti, la alegría y entusiasmo por su mínimo movimiento se convierte en milésimas de segundo en un profundo abatimiento por su perdida.
-¡Pero ahora qué pasa!- te dije-. ¿No era ésto lo qué querías?
Y yo sé que te pasó. La sangre te asustó y la pérdida de algo tuyo te hizo entristecer un poquito..... Sólo un poquito porque a los cinco minutos ya eras feliz. Y a continuación ...
-¿Vendrá el Ratón Pérez?
Shuuuuuuuu, yo creo que sí.
Besos a Mariquita plastilina.
Te he dejado un premio en mi blog. Podes pasar a retirarlo http://unabrujaydossapitos.blogspot.com.ar/2013/08/premios-y-mas-premios.html?m=1
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