5 de junio de 2013

Un sueño


Dime mamá,




Verano. Sol en la piel de una niña. Una casa de madera y otra, la mejor, sobre las ramas de una Higuera. 

Horas y horas bajo ese árbol frutal. 

Guerras de ciruelas rojas por un huerto rodeado de olores a nísperos, ciruelos, limoneros, granados y manzanos. 

Piel empepada y endulzada con sabores frutales; Cada uno diferente. Aromas y sensaciones distintas. 


Permanecen en mi memoria.



-¿Mamá?



¿Dónde está ese huerto?. Esa niña ya no está ocultada bajo la gran Higuera.  Está sentada en una cocina.



-Mamá, no me gusta este "nispereto".

-Níspero, se llama níspero. Anda, dame que me tomo uno.





Quiero volver a ese huerto. Mi huerto.
Quiero que conozcáis y saboreéis cada fruta en su estado puro. Sus aromas. Que sepáis ese gustillo que deja en la boca un mordisco en una ciruela. Como de pegajosa se quedan las manos al quitarle el "envoltorio" a unos higos.



¿Dónde está ese huerto mamá?



Besos mamá 


1 comentario:

  1. Eso digo yo... ¿dónde está? Que mi infancia fue un 75% urbana, salvo las escapadas veraniegas a la sierra con los abuelos y los 6 años de vacaciones en la playa. :(

    Precioso. Evocador.

    Un besito.

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