11 de febrero de 2013

Recuerdos culinarios

Dime mama,

Todas las tardes cuando regresas del colegio y te despiertas de tu dulce siesta en el carro , actúas de la misma manera, eres un metódico como tu padre.

Te levantas, abres la despensa con gran energía esperando ver dentro todo lo que se te antoja. Mi problema, como te repito, es que no todos los días, tengo un supermercado en casa.

Buscas galletas, chuches, caramelos, bizcochitos, galletas con chocolate blanco, negro, magdalenas... Todo lo quieres ver delante.

Y aquí entro yo en escena. Lo tengo claro .... Un bocata. Pero si es verdad que hay que variar. Ni todos los días tienes de todo, ni siempre te interesa gastar ciertas cosas que se os antojan justo en ese momento.

Hoy en día, madres como yo, gestionan sus propios blogs. En muchos te dicen como hacer meriendas sanas y variadas. Me encanta ver las fotos de esos súper sándwiches con caras de vaca o de mono. Son originales, llamativos y sí, divertidos. Lo que pasa es que ....... Hay que ponerse. No se hacen solos por arte de magia.

Y esta tarde, mientras pedíais la merienda, me acorde de vuestra bisabuela Felicidad. Los sábados eran especiales en su casa, nos esperaba una merienda diferente, era una tarde especial......

¿Os ha gustado?.... Yo creo que sí.

Besos, mamá


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